Drumming Song


Sonaba un ruido ensordecedor en su interior, robándole las noches, los días y los sueños.
De donde provenía y como podía silenciarlo, se preguntaba?.

Ciego, sordo, estúpido, es que no lo entiendes?.

Nunca viste más allá de tus pérdidas, siempre esperando a que la tormenta amainara.
Tú eres la tormenta. La furia, la pasión, la obstinación, las alegrías y las tristezas, tan jodidamente inestable que no lo viste a pesar de tenerlo delante de tus propias narices.
Porque ahora con la piel hecha jirones, vagando sin destino, te das cuenta de donde proviene.

Tocándote desde dentro, tu piel arde a su paso, mientras te remiendas.
Funde cada trozo que quedó por el camino de nuevo a tu cuerpo y te levantas más fuerte que nunca.

Ese ruido que tanto te molestaba, que te robaba tantas horas de sueño, siempre fue la respuesta a tus preguntas.
Preguntas que nunca te atreviste a decir en voz alta.

Y sonríes.

Porque a pesar de todas las cicatrices que te quedaron y todas las heridas de guerra, has sobrevivido y solo puedes desear, que jamás se apague.


There's a drumming noise inside my head
That starts when you're around
I swear that you could hear it
It makes such an all mighty sound

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La mujer de verde


Perdido.

Creí encontrarme. Creí finalmente que iba a poder sentarme a descansar, a admirar el paisaje, a poder relajarme y a poder ser feliz. Creí, que después de tanto tiempo, ya lo había encontrado todo.
Pero de nuevo, me acechan las viejas sombras, las que me impiden permanecer quieto durante mucho tiempo en un mismo sitio. La que me susurran que no me detenga.
Luché contra ellas, ignorándolas por completo, pero ahora entiendo, que quizás debiera olvidar todo lo aprendido, dejar de lado todo lo racional y prestarles un poco de atención, porque simplemente me han demostrado que siempre aciertan.

Ellas me comprenden mejor que yo mismo, lo que espero, lo que obtengo, y cuando no es suficiente, cuando saben que no compensa, gritan. Arrancan a jirones mi piel, haciendo que sangren de nuevo mis heridas intentando que mi estúpida cabezota les haga caso por una vez.

Vives de migajas, como si solo merecieras eso.

Quizá es el momento para cambiarlo, quizá es el momento, para que luchen por ti.

El que quiera peces que se moje el culo.

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